La Fisioterapia Respiratoria Pediátrica es un campo especializado de la fisioterapia que interviene sobre los problemas respiratorios que padecen los niños (ya sean enfermedades agudas como la bronquiolitis o la bronquitis, o más crónicas como es el caso del asma), y utiliza técnicas físicas encaminadas a eliminar las secreciones de la vía respiratoria y mejorar la ventilación pulmonar. Se aplica en niños desde los 4 meses y no tiene edad máxima de realización.
La Fisioterapia Respiratoria Pediátrica está recomendada por importantes Sociedades Médicas como la ERS (European Respiratory Society) y SEPAR (Sociedad Española de Neumología), y además evita la sobremedicación en los niños.
Problemas respiratorios
La estructura de su aparato respiratorio, en desarrollo, junto a la predisposición genética, hace al niño más vulnerable frente a las infecciones respiratorias; de las cuales las más frecuentes y graves, suelen ser las bronquiolitis y las neumopatías.
La fisioterapia respiratoria se presenta como alternativa complementaria de tratamiento, optimizando la medicación prescrita (ya que la medicación administrada llega con mayor eficacia a la zona inflamada, por lo que las concentraciones de medicación requerida son cada vez menores y durante tiempos más cortos), mejorando todos los síntomas derivados de la obstrucción por secreciones y previniendo tanto de recidivas como de una afectación crónica del sistema respiratorio del niño.
Indicaciones:
Bronquiolitis, bronquitis, asma, neumonías, otitis, rinitis, abcesos, sobreinfecciones recidivantes, fibrosis quística, bronquiectasias, atelectasias,..
Objetivos de la Fisioterapia Respiratoria:
- Mejorar el patrón ventilatorio y reducir el trabajo respiratorio.
- Evitar infecciones y complicaciones broncopulmonares.
- Facilitar la expectoración de secreciones, con lo que el niño mejora la alimentación y el sueño.
- Disminuir la respuesta inflamatoria bronquial, lo que conlleva la disminución del daño a largo plazo de las vías aéreas.
- Mejorar los niveles de oxígeno en sangre y mejorar el intercambio gaseoso.
- Evitar o disminuir hospitalizaciones.
- Favorecer el desarrollo normal del niño y evitar posibles recaídas.
- Disminuir el absentismo laboral de los padres y el escolar de los niños.
- Reducir ingesta de medicamentos.